sábado, 16 de febrero de 2013

La mayor parte del tiempo, soy lo suficientemente fuerte para no odiar. 
No me ilusiono, hasta enloquecer. 
No le temo a la confusión. 
Puedo sonreír al rostro de la humanidad. 
Y ni siquiera recuerdo, como se sentían sus labios en los míos... 
La mayor parte del tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario